POR QUÉ HAY QUE IR A VER AL PANCHO VILLA AL TEATRO ORIENTE?
Quizás la marca que llevo desde mis inicios allá por los 70’s en el quehacer artístico-cultural me hacen ver el fenómeno artístico desde una trinchera social, y para ello siempre me impongo el hacer y crecer mi arte desde las estructuras más básicas de la sociedad. Me resulta siempre casi una lógica el copar los espacios más próximos…primero los amigos …después su periferia y así llegar a través de un proceso a nuevos adherentes, transitando por un flujo social hacia los escenarios cada vez más masivos.
A pesar de mis 32 años de oficio...siete más que los que cumple el Pancho Villa, me resulta impracticable el hacer un Concierto en teatro Oriente. No tengo ni manager, ni productora, ni sello...ni probablemente la fama para meterme en una empresa de esa envergadura...y por eso mismo es que creo que hay que dar un golpe de timón y abordar el tema desde una perspectiva no solo artística, sino que este Concierto de Pancho debe ser una réplica al "cabrón establishment" de la oferta y la demanda.
Es curioso ver hoy como muchos artistas nacen desde el slogan publicitario o la campaña mediática…Se utilizan redes respaldadas en ciertos círculos de poder, y se lanza un producto artístico sin haberlo madurado antes en el contacto fraterno de lo pequeño, lo sencillo …lo vernacular. El Mercado …es el "becerro de oro" ante el que todos se inclinan y se someten bajo la atrevida ley de la oferta y la demanda...Un buen amigo sentencia …La ignorancia es atrevida!!...y vaya que lo es !!
Cuando el miedo asolaba a la ciudadanía en los ya lejanos años 70 apareció un grupo de hombres y mujeres dispuestos a romper el miedo impuesto por la extrema violencia del tirano instalado en La Moneda a punta de bala y tortura. Ahí el mercado no nos dictaba los caminos a seguir…más bien el mercado buscaba sacar provecho de ese terror institucionalizado…y fue ahí que comprobamos que mucho más que los fríos números indicadores de la oferta y la demanda, los sables podían empezar a retroceder, pues la gente se contagiaba con un espíritu libertario y la sensatez nos obligó a poner la mirada y la apuesta en aquello que teníamos al alcance de la mano…y nuestras sencillas canciones entonadas en guitarras destempladas, pero llenas de honestidad, comenzaron a seducir a nuevos simpatizantes…y se comenzaron a tejer redes…y los artistas salieron de su encierro y comenzaron a copar desde los más humildes espacios hasta llenar grandes teatros, e incluso pararnos ante mas de un millón de personas en el Parque O'Higgins sin haber mediado ningún ofertón, sino que la gran idea matriz fue que palmo a palmo trabajaríamos incansablemente hasta lograr destronar al invitado de piedra.
Como fuera el proceso, aunque largo y agotador, finalmente se hizo sentir el peso de la oposición, la que debilitó la fuerza del adversario y finalmente tuvo que retirarse a sus cuarteles de invierno…pero ya se estaba instalando la gente que nunca falta, preparando nuevas formas de dominación, y concientes del gran trabajo realizado por los artistas en la articulación de la lucha antidictatorial, optaron como una de las primeras medidas, el neutralizar y aislar a los artistas de los circuitos públicos, redefiniendo nuevamente el filtro de la excelencia artística basados en la formula de la oferta y la demanda…y por supuesto manejando esa balanza desde sus oscuras oficinas. El dinero todo lo compra y algunos (felizmente no todos) hicieron la venia a los nuevos jerarcas a cambio de una cuota de fama que alimentara su pequeñita vanidad, de paso legitimando la guerra sucia contra los artistas. Se institucionalizó un nuevo estilo de hacer arte, mediante un nuevo Mecenas llamado Fondart manejado con filtros políticos y el viejo “pituto” que no es otra cosa, que el aún más viejo nepotismo, en el que se cimentaron las bases de la República. Los artistas nacidos en la gracia del Gobierno de los Trabajadores y aquellos que surgieron en la época antidictatorial, pasaron a un obligado retiro, betados en los medios de difusión masivos y los nuevos artistas oficiales de La Corte no serán otros que los que siempre se coronaron en la mediocridad del Circo de los Rankings y el Best Seller…Los más viejos acudieron raudos a las Clínicas a “restaurarse” con algún célebre Cirujano Plástico, para exhibir sus últimos y penosos estertores, para ser rápidamente reemplazados por “nuevas figuras” más jóvenes y precozmente abundantes en silicona. De las artes más cercanas al “Pueblo” como dignamente lo llamaba el Compañero Presidente, quedó un menoscabado grupo que se debate entre la miseria, el aislamiento, los conflictos internos y la obsolescencia. Las colectividades que se sirvieron por años de la convocatoria de éstos artistas, hoy reniegan de éstos y levantan nuevos “niños símbolos pachangueros” apoyados en sus fugaces famas construidas entre gallos y medianoche en alguna productora de propiedad de algún viejo renegado de las luchas sociales.
Sin embargo siempre habrá gente honesta que será la reserva moral de nuestra Cultura y saldrá de sus madrigueras tímidamente al principio, desafiando el hambre de los chacales, y proponiendo un arte donde todos somos protagonistas y público…con identidad e inmensas cuotas de voluntad de cambio, y que con las torpes volteretas del Circo de la “oferta y demanda” cobran más y renovada vigencia por simple contraste.
Llamo a todos los que nos sentimos parte de esa gente, a repletar el Teatro Oriente el próximo Miércoles 21 a las 21:00 hrs. Acompañando a un artista que ha estado construyendo futuro hace 25 años…que no quiere ser “niño símbolo” de opciones personalistas…que quiere encarnarse en ese “pueblo” del Compañero Presidente…Acompañemos a Pancho Villa en esta réplica al “atrevimiento ignorante” de la ley de la oferta y la demanda que dice que un trovador humilde y sencillo como Pancho no puede llenar el teatro Oriente, pues el hombre no tiene “Manager” ni tiene “Productora” ni tiene “Sello” ni la venia de la Ministra de Cultura…Acompañemos a Pancho y acompañemos a Manuel Huerta que a contrapelo ha sacado ese nuevo disco “La Marraqueta” producido con la plata que los chilenos pagamos por concepto de impuestos y aparentemente auspiciado por la “institucionalidad cultural vigente” sin embargo en sus contenidos la juega mucho más para este lado que para el de ellos. Acompañemos a estos trovadores y a todos los que marchan junto a ellos y digamos de una vez que su ley de oferta y demanda no corre cuando se juegan los valores más sentidos de un pueblo que a pesar de ser golpeado, sabe reconocer sus valores y más sentidas tradiciones.
Hemos aprendido y su tele farandulera se contrapone con nuestra “tele on line”, que se sabe sobreponer a los golpes del mercado…Sus Megaconciertos con luces y pirotecnia hoy son retrucados con este Concierto de Pancho Villa en el Oriente…y algo muy importante…después de este concierto, Pancho Villa volverá a cantar en un escenario humilde…porque no hay contradicción en ello.
Por mi parte …que se metan su ley de oferta y demanda en la raja!!!!
